Eva Gore-Booth (1870-1926), autora de El tribunal, está enterrada en el cementerio de la iglesia St John-at-Hampstead, en Londres. En la misma tumba reposan también los restos de Esther Roper, con quien vivió los últimos 29 años de su vida.
Junto a Eva y Esther se encuentran dos insignes acompañantes: el pintor John Constable (1776-1837) y el dibujante y novelista George du Maurier (1834-1898). Du Maurier fue el autor de Tribly, un libro que obtuvo un éxito resonante tras su publicación en 1895. La obra narra las aventuras del malvado Svengali, que seduce y manipula mediante la hipnosis a la joven Trilby hasta convertirla en una cantante famosa.
Cerca de George Du Maurier reposan los restos de su hija Sylvia y su marido Arthur, el matrimonio Lewellyn Davies, así como tres de sus cinco hijos: John, Peter y Michael.
Todos ellos fueron mencionados hace unas semanas en una entrada anterior de este blog, en la que se incluye una fotografía de Michael luchando con seis años contra el mismísimo capitán Garfio.
Y es que John (1894-1959), Peter (1897-1960) y Michael (1900-1921) fueron tres de los cinco hermanos en quienes James Barrie, autor Lady Nicotina, se inspiró para crear el personaje de Peter Pan. John murió de muerte natural, Peter se suicidó. Michael murió ahogado en el Támesis junto con un compañero de Oxford, en lo que se sospecha que fue un pacto suicida. Aunque es recordado en la lápida familiar, falta George (1893-1915), que murió en Flandes durante la Gran Guerra y está enterrado en Ypres. También falta el más longevo de los cinco, Nicholas (1903-1980), el benjamín, cuyas cenizas están esparcidas por la campiña de Kent.
De un modo extraño, en ese pequeño cementerio del barrio londinense de Hampstead se entrecruzan las vidas y los restos de varios personajes que también coinciden de algún modo en los inicios de nuestras exploraciones digitales.